LOGOELENABLANCOS

¡Ni víctima ni verdugo!

¡Ni víctima ni verdugo!

¡Ni víctima ni verdugo!

La mayoría de nosotros hemos vivido en un entorno familiar en el que determinadas personas desempeñaban un rol marcado o bien por el autoritarismo o bien por el victimismo.

Es decir: por un lado estaba el “porque yo lo digo” y por el otro “porque lo dices tú… pobre de mí”.

Y no sé a ti, pero a mí esto nunca acabó de convencerme. No me sentía cómoda en ninguno de los dos papeles.

Menos mal que la CNV me permitió encontrar un término medio. Una solución alternativa a estos dos extremos: la asertividad empática.

Empecemos por el principio y dejemos claro en qué consiste cada uno de los tres conceptos de los que te acabo de hablar.

  • Autoritarismo: Se trata de una una actitud en la que se ejerce un control rígido y dominante sobre otros. Esto  suele implicar imponer reglas y decisiones sin tomar en cuenta las opiniones o necesidades de los demás

Una persona autoritaria suele ser muy brusca a la hora de decir las cosas y su energía resulta incluso agresiva.

  • Victimismo: Aquí nos encontramos con la tendencia a asumir, valga la redundancia, el papel de víctima en diversas situaciones. Esto supone atribuir la responsabilidad de los asuntos y problemas propios a factores externos o a otras personas. En muchos casos, la persona victimista ejerce la manipulación o el chantaje emocional sin caer en las malas formas e instalado en la queja.

¿Qué nos dice la Comunicación no violenta?

Que “ni tanto ni tan poco”. Que no es necesario desarrollar comportamientos asociados ni al verdugo ni a la víctima.

Y aquí entra en escena la asertividad empática.

En esta  forma de comunicación encontramos el equilibrio entre las dos que acabo de mencionar. 

Porque nos permite expresar nuestros deseos, necesidades o preocupaciones de manera directa y respetuosa y  mostrando, a la vez, empatía hacia las necesidades y sentimientos de los demás

Es decir: nos expresamos honestamente y también comprendemos.

Sin culpables.

Sin imposiciones.

Te pongo un ejemplo que refleja muy bien esto que te explico:

Es jueves y estoy comiendo con mi hija Alba. Son las 15:00 h. 

Ese día acabaré de trabajar a las 20:00 h. y el viernes también haré jornada de mañana y tarde.

Entonces mi hija me dice:: “Mamá, me gustaría comprarme ropa nueva para una cena con amigas. Quiero que vayamos esta tarde al centro comercial, porque no tengo nada que ponerme y la cena es mañana”.

Y ahora atención a las tres posibles respuestas:

    1. Desde el autoritarismo (léase con tono impositivo/de enfado): “Sí, claro… Con todo lo que tengo que hacer. ¿Tú te has vuelto loca? ¡Ni de broma! Eres una caprichosa y una egoísta. Sabes todo el trabajo que tengo y ahora me vienes metiendo prisas porque la señorita no tiene nada que ponerse. Ni se te ocurra insistirme, que aún la tenemos, ¿eh?”
    2. Desde el victimismo (léase con tono estilo “pobre de mí”): “¿De verdad hija que me vas a hacer ir de compras hoy con todo el trabajo que tengo? Estoy que no puedo con mi vida, aún tengo que trabajar hasta las ocho y ahora me pides esto… Ay, siempre tengo que estar a todo y para todos… No puedo más…”
    3. Desde la asertividad empática: “Ok, Alba, entiendo que te gustaría ir mañana a la cena con un pantalón y una sudadera nuevos ¿verdad? Yo ahora necesito un rato para valorar si es posible para  mí o no ¿vale?”

Aquí me estoy dando un tiempo para conectar conmigo y escuchar mis sentimientos y necesidades. Y desde ahí, elaboro una respuesta desde la honestidad:

“Ok, cariño te propongo una cosa: a las 20:00 h vamos al centro comercial. Antes de salir eliges dos tiendas. Si encontramos algo allí, lo compramos. Y si no, nos volvemos a casa. Solo dispongo de una hora para esto, porque necesito cenar pronto y después descansar lo suficiente. ¿Qué te parece?”.

Como ves, con la tercera opción logro resolver la situación cuidándome a mí sin descuidar las necesidades de mi hija. Me expreso honestamente y a la vez me encargo de que ella se sienta comprendida.

Menuda diferencia con las otras dos opciones, ¿verdad?

¿Quieres incorporar la asertividad empática a tu vida y empezar a dar los pasos para hacerlo?

¡El curso “Cómo amar si dejar de amarte” es para ti! 

Además, te recuerdo que aún estás a tiempo para hacerte con la oferta especial de lanzamiento.

Esto quiere decir que hasta el próximo martes 13, te llevarás lo siguiente:

-Un precio especial de 47€ (después pasará a costar 97€)

-Una sesión grupal en directo el día 14, dedicada a dudas y consultas que yo misma resolveré.⁣⁣

¡No esperes más! Puedes apuntarte PINCHANDO AQUI 

 

¡Aprende a cuidar a los demás sin olvidarte de ti!

Comparte:

¿Es egoísmo o es autocuidado?
Formaciones

¿Es egoísmo o es autocuidado?

La mayoría de las personas que se están interesando por el curso de CNV interna me expresan su dificultad para saber lo que necesitan, ponerlo en valor, expresarlo y establecer límites que les cuiden.

Read More »
Mira lo que me pasó con mi marido
Formaciones

Mira lo que me pasó con mi marido

Hoy voy a empezar por el final.
Porque hace poco viví una situación cotidiana que me hizo volver a confirmar todo lo que la Comunicación no violenta ha hecho por mí.
Se trata de algo que vivimos mi marido y yo. Y lo hicimos de forma diferente.

Read More »
La pirámide de Maslow, mi abuela, mi madre y yo2
Formaciones

La pirámide de Maslow, mi abuela, mi madre y yo

A lo mejor el título del mail de hoy te desconcierta un poco.
¿Qué puede tener que ver la pirámide de las necesidades de Maslow con mi abuela, mi madre, y conmigo misma?
Pues deja que te explique y verás perfectamente la relación.
Vamos primero con la famosa pirámide.

Read More »
Si no te gustas, te dejas solo
Formaciones

Si no te gustas, te dejas solo

Hoy quiero hablarte de algo que a mí, en su día, me hizo entender mucho mejor de qué va esto de las relaciones y de los distintos roles o actitudes que podemos adoptar en cada una de ellas.

Read More »
De la esclavitud a la liberación
Varios Comunicación no Violenta

De la esclavitud a la liberación

Hoy quiero hablarte de algo que a mí, en su día, me hizo entender mucho mejor de qué va esto de las relaciones y de los distintos roles o actitudes que podemos adoptar en cada una de ellas.

Read More »
Cómo ser “solo” amable puede alejarte de la honestidad
Formaciones

Cómo ser “solo” amable puede alejarte de la honestidad

Hoy quiero hablarte de la diferencia entre dos conceptos que pueden confundirse fácilmente: la amabilidad y la asertividad empática.

Sin embargo, son totalmente diferentes y, según utilicemos uno y otro, nuestra forma de comunicarnos tendrá consecuencias muy distintas.

Read More »
Scroll al inicio