Yo era literalmente alérgica a los conflictos, no me gustaban nada de nada y no sabía cómo afrontarlos de una manera constructiva, pensaba que tenía que conseguir no tenerlos o que tenía que conseguir acabar con ellos lo antes posible cuando surgían para que todo funcionase, y gastaba mucha energía en ese empeño.
Si alguien me hubiese dicho en aquel momento que hoy estaría ejerciendo profesionalmente como Terapeuta y Formadora de Comunicación no Violenta, hubiese pensado que esa persona estaba desvariando.
Con la ayuda de la CNV no sólo he aprendido a relajarme, abrirme y aceptar los conflictos como parte de mis relaciones familiares, profesionales y sociales, sino que he aprendido que tenerlos no es sinónimo de que las cosas no funcionen o no puedan llegar a funcionar, siempre y cuando, y esto me quedó muy claro también, tengas las herramientas adecuadas para conseguirlo.
Me di cuenta de que no se trataba de huir de los conflictos, ni de evitarlos, ni de permanecer alerta, ni de aniquilarlos como si de un incendio se tratase pero…
Aquí es donde la CNV entra en mi vida, me da las respuestas y me convence a través de la práctica y los resultados que obtengo.
Descubro entre muchas otras cosas:
En definitiva, ¿cómo aprender a BIEN-ESTAR-CONMIGO Y CON LOS DEMÁS incluyendo al conflicto como compañero de camino?
Encontré las respuestas, las puse en práctica, funcionaron y por eso estoy aquí para ayudarte a que tú también lo consigas.
Soy Elena Diéguez, terapeuta y formadora de Comunicación No Violenta. Mi propia experiencia vital me ha llevado a querer ayudar a otras personas a saber cómo tener voz en sus relaciones.
Si crees que una nueva forma de comunicación más honesta, asertiva, empática y respetuosa es posible, estoy aquí para explicarte cómo incorporarla en tu día a día.
Comunicación No Violenta como herramienta terapéutica en sesiones y formación online