Hoy voy a empezar por el final.
Porque hace poco viví una situación cotidiana que me hizo volver a confirmar todo lo que la Comunicación no violenta ha hecho por mí.
Se trata de algo que vivimos mi marido y yo. Y lo hicimos de forma diferente.
Yo sentía mucha tristeza y necesidad de reparación.
Él sentía enfado y necesidad de espacio.
Es decir, ante los mismos hechos, cada uno de nosotros se vio afectado de forma muy distinta.
¿Cómo abordé esto personalmente?
Sosteniéndome y validando. Pero a la vez acogiendo lo que estaba sintiendo él.
Desde ahí se generó una situación en la que ambos nos sentimos escuchados, comprendidos y tenidos en cuenta.
Ni broncas, ni reproches, ni explosiones, ni malas palabras.
Tampoco morderme la lengua por miedo a herir o meter la pata.
Bueno, pues te aseguro que hace un tiempo esto me habría resultado imposible.
Y que gracias a la CNV ahora sí tengo esa habilidad.
Te cuento: a mí siempre me ha costado mucho validar lo que siento y necesito cuando no coincide con lo que mi entorno más cercano siente y necesita.
Y ante una situación así, mi tendencia era pensar, por ejemplo: “Elena, será que tú estás equivocada al sentirte así. Deberías sentir enfado también. Hay algo que está mal en ti y tienes que solucionar”.
Era incapaz de darle espacio a mi verdad y a la del otro sin cambiar ninguna.
Solo contemplaba una solución: “O consigo que el otro se sienta como yo y vea que se equivoca, o consigo sentirme yo como el otro”.
Y al final ahí estaba yo, buscando constantemente la validación externa, el “permiso” para poder sentir lo que sentía, necesitar lo que necesitaba y querer lo que quería para mi vida.
Hasta que descubrí la CNV.
Y entonces aprendí a valorarme. A no cuestionarme cada dos por tres.
A dejar espacio para lo que siento y necesito y para lo que siente y necesita el otro, sin que esto implique la aparición de un conflicto.
Y te lo aseguro: ¡Ha sido muy liberador!
Entre otras cosas, porque me ahorro un montón de tiempo y energía que antes dedicaba a conversaciones que no llevaban a nadie a ningún sitio.
¿Quieres saber tú también cómo dejar de buscar aprobación externa aprendiendo a valorarte y cuestionarte?
Pues esta es solo una de las cosas que trabajaremos en el curso de CNV interna que comienza el 9 de abril y que este año llega a su tercera edición.
Y digo “solo una” porque también abordaremos aspectos como:
- ¿Cómo entenderte mejor para expresarte con más seguridad?
- ¿Cómo trabajar tus heridas personales?
- ¿Cómo transformar la frustración en confianza y capacidad de actuación?
- ¿Cómo transformar la dependencia en autonomía y apoyo mutuo?
- ¿Cómo gestionar tus errores sin culpa ni vergüenza?
- ¿Cómo aprender a gestionar tus conflictos internos para que no se conviertan en conflictos con los demás?
- ¿Cómo aprender a perdonarte a ti?
Si quieres llegar a establecer una mejor relación contigo mismo mediante esta formación en la que llevar lo aprendido a la práctica desde el minuto uno, aquí te dejo el enlace de inscripción:
https://elenadieguezcnv.com/curso-comunicacion-no-violenta-interna/
En él también podrás agendar una sesión informativa sin compromiso.
¡De hecho son tantas las solicitudes que me están llegando, que he ampliado el plazo para resolver cualquier duda o consulta en una videollamada hasta el día 1 de abril!
Adquiere las habilidades que necesitas para tener una relación equilibrada y saludable con la persona más importante de tu vida: ¡tú!